¡HOLA! SOY MARI BRITO
Desde muy pequeña tenía una inquietud… quería sentir a mis padres felices y unidos. Viví muchos años con una incomodidad constante sintiendo que algo no iba bien en mi casa. Nunca presencié grandes discusiones entre ellos, tampoco veía momentos de diálogo. Desde fuera, todo parecía bien.
Nací y viví la mayor parte de mi vida en Sao Paulo, Brasil, y soy la hermana mayor de un gran hermano. A los 12 años tenía el sueño secreto de ahorrar dinero para vivir sola a los 18, un día tener un novio que me quisiera mucho y vivir en la playa.
Me encantaban los libros, sobre todo los de autoconocimiento. Leía horóscopos, cartas natales y quería conocerme yo y a las personas con profundidad. Tanto que a los 17 años empecé una formación profesional de Astrología. Por supuesto yo era la mascota de la clase…
Seguí los estudios por casi 2 años y los dejé para dedicarme a mi carrera de empresariales, que me gustaba mucho. Aunque en algún momento pensé en cambiarla por la de psicología, siempre tuve vocación para pensar de manera sistémica, vivir con menos de lo que tengo, a ahorrar lo que ganaba y a buscar formas de cómo hacer más dinero.
Comprendía que necesitaba invertir recursos en mi camino profesional y empresarial, entonces vendía cosméticos en la universidad. Con esto conseguí materializar dos intercambios internacionales durante mis vacaciones viajando a los Estados Unidos (2005) y Canadá (2006) para aprender inglés. Y tomaba clases de español siempre que podía, ¡el idioma que más me encantaba!
Cuando me gradué, no tenía ni idea de cuál camino seguir. Me sentía atraída por los negocios, pero con mayor inclinación a las personas: cómo son, cómo se comportan, qué hablan incluso sin decir nada… Esto me llevó a hacer una breve formación que mezclaba psicoanálisis y psicología económica. Y me adentré en temas de consumo consciente investigando cómo las empresas entendían el funcionamiento humano para hacerlas comprar más. ¡Estaba en los cielos!
Cuando sentía que todo estaba en su sitio y con sentido, mis padres anunciaron el divorcio. Una gran tristeza y un alivio a la vez… y este hecho nos acercó mucho. Empezamos a crear nuevos y sanadores diálogos familiares y en poco tiempo cada uno de nosotros 4 tenía su hogar.
Yo todavía seguía en el mundo financiero e hice carrera en múltiples sectores industriales como el del aluminio, farmacéutico, bolsa de valores, construcción civil y otros distintos, actuando en ONG y como consultora. En medio del camino decidí hacer un máster en Sostenibilidad (en 2006, cuando pocos conocían el término) y después de mucho raleo conseguí trabajar en el área. ¡Otra vez en los cielos! Mi búsqueda era intensa para que el camino profesional tuviese sentido (el sentido, otra vez).
Todavía me encantaba tener un camino “oculto” de investigación. Además de someterme a un proceso psicológico/terapéutico por más de 8 años, estudié Biopsicología (como las emociones influyen en nuestro cuerpo físico), me convertí en coach y experta en eneagrama e hice un gran buceo en la meditación y el yoga. Empecé así a tener sed espiritual, emprendiendo nuevos descubrimientos más allá de religiones y dogmas.
Conocí a Márcio, el amor de mi vida, en una charla sobre sincronicidad, cuando después de exactos 9 meses, llegó el notición:
“¡estamos embarazados!”
Y comprensiblemente emprendí una nueva y profunda investigación en los temas de maternidad (en 2013).
Junto a Márcio, comencé con breves formaciones y charlas para prepararnos al parto y para recibir un hijo en los brazos con confianza y consciencia de lo que pasa en cada fase. Como resultado, di a luz a 2 hijos de manera natural y muy respetuosa y seguimos esa línea con los temas de puerperio, lactancia, alimentación complementaria y educación. A nuestra manera: consciente, sana y con la mirada puesta en las necesidades de los niños. Así, hoy depositamos parte de nuestra confianza a la antroposofía y la pedagogía Waldorf para apoyarnos en nuestra trayectoria como padres.
Tras toda esta experiencia, sumada a la llegada de Pedro que nació en nuestro hogar (2016), formarme como doula fue un proceso muy natural y con las aportaciones del coaching, creé un puente entre lo intangible del autoconocimiento con lo tangible de los planes de acción en los que proyecto mi vida.
Así conseguí hacer mi gran cambio profesional: el “camino oculto” se tornó en el principal. Y así pude materializar todo lo que deseé en mi vida. Ahora, alineando mi propósito personal y profesional, ofrezco servicios de apoyo a la mujer-madre y a la pareja para que puedan prepararse integralmente a un momento tan único en sus vidas como es el convertirse en padres.
Vivo en Vilassar de Mar (Barcelona), desde junio de 2018. Aquí desarrollé el método PARIR SIN MIEDOS con el propósito de acompañar a mujeres embarazadas a transitar el miedo al parto y a sentirse seguras ante las incertezas inherentes al embarazo, parto y postparto. Y estas no son pocas… la sociedad en la que vivimos refuerza el parto rápido, instrumentalizado, inducido, anestesiado; que el dolor es sinónimo de sufrimiento. Todo esto fomenta el miedo, que aparece de distintas maneras.
Desde mi experiencia y estudios entendí que no es así. Tanto en un hospital como en casa, es posible recibir un hijo de manera muy respetuosa, íntima, calmada y segura. La ciencia ya defiende que los beneficios de nacer de esa forma son para toda la vida. Pero es necesario informarse y decidir con claridad lo que se quiere y trazar el camino.
Si yo pude parir así, todas las mujeres que lo deseen también pueden.
A este servicio es que estoy comprometida.
A propósito, me gustaría decir algo a aquella niña pequeñita del principio: