Mari es una querida amiga y como doula me ayuda mucho ahora que me encuentro embarazada.
Somos amigas de la universidad y, a pesar de la distancia (vivo en Brasil y Mari está en España), nada nos impidió de hablar, intercambiar información y consejos para que mi embarazo fuera más tranquilo.
Para una madre primeriza, es esencial poder contar con familiares, amigos y especialmente una persona como Mari, que es doula y tiene ¡¡mucha información para compartir!!
No conocía el verdadero rol de una doula, y la veo atenta para comprender qué sentimientos, temores y dudas tengo para sentirme más cómoda y segura en las decisiones que tomaré. Mantener el equilibrio emocional es esencial en esta etapa, en la que se genera una nueva vida dentro de mí.
Durante mi embarazo pude mejorar mucho mi dieta y hacer ejercicios (consejos de Mari) para prepararme mejor a un parto normal, que es mi deseo. Al principio confieso que tenía miedo de un parto normal, pero en conversaciones con Mari y algunas personas que tuvieron esta experiencia, veo que no hay nada que temer, logré superarlo.
Estoy en la etapa final del embarazo (al final del octavo mes) y si Dios quiere, todo saldrá según lo planeado y esperado. ¡No puedo esperar a que llegue el gran momento!
¡Agradezco a Mari por toda la atención y acompañamiento!