Conocí a Mari en un momento clave de mi embarazo. La verdad es que no la conocí, la reconocí. 🙂
Por una sospecha de placenta previa todo lo que yo había planeado para mi parto hasta aquel punto me parecía imposible. Tener un parto respetado y la posibilidad de una cesárea programada no cuadraba.
Como inmigrante en el medio de una pandemia, encontrar profesionales para apoyarme no era una tarea simple y yo me sentía completamente perdida y sin esperanza. Reconocí Mari como mi doula cuando la vi en el perfil @partopositivo. ¡Qué suerte tuve! Mari cambió la historia de mi parto. Gracias a su soporte pude hacer frente a la posibilidad de una cesárea respetada y más humana.
Mari nos dio el apoyo emocional necesario y nos ayudó a buscar lo mejor para el nacimiento de mi hijo. Me sentí amparada a punto de cambiar de medico con 36 semanas.
Aunque Mari no tenga podido estar en el parto, su presencia fue fundamental para mi sonrisa en esta foto. La sonrisa de tranquilidad por estar segura de haber hecho todo lo mejor para el nacimiento de nuestro primer hijo.
¡Mil gracias, Mari!