Mari, hoy estaba pensando en ti y cuánto me motivaste e inspiraste a ser fuerte en mi embarazo y aún más en mi parto vaginal, que, si no fuera por Dios primero y por ti, nunca habría tenido éxito!
Estoy muy agradecida por el apoyo que recibí de ti como doula, que me hizo comprender con amor todo lo que antes estaba tan lejos de mi realidad porque tenía mucho miedo al parto vaginal, y con tu apoyo y dedicación lo logré y ¡puedo decir que fue lo mejor que hice!
Mi hija vino al mundo con buena salud, ¡mi recuperación fue muy rápida y buena! ¡Muchas gracias, eres más que un profesional, eres un ángel para aquellos que se cruzan en tu camino!